AUG:. RESP:. LOG:. SIMB:
“GUADALUPE LARRIVA N°5.”
PERTENECIENTE A LA G:.L:.A:.E:.
QQ:.RR:.HH::, QQ:.HH:., HH:.
“DIOS Y EL UNIVERSO”
Dios es Existencia Suprema, Creadora e Indefinible; cuyo estudio es una de las bases de la Masonería y se le conoce simbólicamente con el nombre de Gran Arquitecto del Universo.
En el momento actual, la ciencia pareciera algunas veces ser incompatible con la espiritualidad. Lo que nosotros llamamos ciencia es en realidad ciencia física. Lo que llamamos espiritualidad es en realidad ciencia interior o ciencia que no tiene que ver con el mundo físico.
El proceso de unión entre la ciencia y la espiritualidad está en progreso. Esto puede ser visto en el campo de la física cuántica uniéndose con el misticismo, en la homeopatía, en acupuntura, el feng shui, chi kung y la medicina vibracional y otros.
Existe una clara distinción entre espiritualidad y religión. La religión tiende a ser sectaria, tiende a estar basada en creencias, y a estar parcialmente distorsionada por algunos de los seguidores del fundador. En algunas oportunidades, la religión tiende a ser la causa de mucho sufrimiento debido a la guerra y el genocidio; todo en nombre de Dios, mientras que la espiritualidad tiene que ver con las ciencias interiores.
El hecho es que la sabiduría divina, por su propia naturaleza, únicamente puede evocar armonía entre las personas. El surgimiento del amor y de la paz es el efecto propio de la sabiduría espiritual genuina. Construye de manera natural puentes entre gente de diferente fe. Por su naturaleza abraza y da poder a todas las personas. Es Universal como universal es la fuerza de gravedad, sin hacer distinciones pro motivos de raza, creencias personales o saldos de cuentas bancarias. A la gravedad no le importa si eres blanco o negro, si eres pobre o rico, si tienes educación o eres analfabeto: si das un paso en el vacío, fuera del balcón de un edificio alto, te estrellarás abajo en el pavimento.
Si alguna llamada “Religión” muestra cualquier forma de hostilidad o división dentro de su propia jerarquía o hacia otra fe religiosa, no genera Luz ni provee respuestas a nuestras preguntas más profundas durante el 100% del tiempo, entonces hay algo que está terriblemente mal. El
conflicto, la intolerancia y la oscuridad no pueden, por definición, existir en presencia de la Luz y la verdadera espiritualidad.
Dios opera estrictamente a nivel del alma, no a nivel físico. La espiritualidad trasciende las antiguas disputas de la humanidad y de sus sistemas de creencias, al tratar con el único vínculo que unifica a todas las personas y a todas las naciones: el alma humana.
En el principio antes del nacimiento del universo, la única realidad era una energía inmaterial infinita que se expandía permanentemente. La Kabbalah denomina Luz a esta expansión infinita. Toda forma posible de placer estaba incluida en esta Luz; desde los placeres derivados del sexo y del chocolate hasta los sentimientos celestiales de serenidad y dicha pura, todo lo que una persona pudiere concebir, desear, necesitar o apetecer, estaba incluido en esta Luz de felicidad. Este era el dominio de Dios el Creador, no había tiempo, ni espacio. El creador entonces creó todas las almas de la humanidad con un gran propósito: otorgarnos esta infinita Luz de Felicidad. Esta luz nos fue entregada gratuitamente. Pero no era muy divertido porque todo nos era dado sin esfuerzo alguno, sin reserva alguna. Era como asistir a un almuerzo gratis, una limosna, caridad, en otras palabras, fuimos creados; abrimos nuestros ojos, hablando en sentido figurado, y toda esa felicidad yacía allí, frente a nosotros.
Pero faltaba algo. El ingrediente faltante era el placer derivado del reto de jugar al escondite. En otras palabras, nuestra recién creada existencia hubiera sido aún más divertida y satisfactoria si nosotros solo hubiéramos podido crear esta Luz de felicidad en lugar de sólo recibir como cortesía dela Gerencia. Así que le dijimos al Creador: “Vamos a jugar el escondite. Tu escondes Tu Luz y nosotros la encontramos”
Cuando nos esforzamos por encontrar la Luz, surge un sentimiento de logro. Nos sentimos responsables de nuestra propia felicidad. Nos sentimos como la causa. Nos sentimos como Dios.
Así que esencialmente eso fue los que sucedió. Cerramos nuestros ojos, contamos hasta diez y se ocultó la Luz. ¡En el momento en que la Luz desapareció, este universo físico y oscuro irrumpio en la existencia!.
El acto Divino de ocultar la Luz es la causa detrás de los orígenes de nuestro universo, el cual los astrofísicos creen que nació durante el Big Bang.
Lo que dice la Kabbalah:
Antes de que se ocultara la Luz, había una unidad exquisita. Unicidad. No tales cosas como tiempo ni espacio.
Cuando la Luz se ocultó, un punto de espacio apareció en la existencia, marcando así el nacimiento del tiempo. Esto ocurrió hace unos 15 mil millones de años (desde nuestro punto de referencia).
El punto entonces se expandió (piensa en un globo siendo inflado) creando espacio vacio. Dios, esta energía formó la totalidad de la materia física, incluyendo alas estrellas, a los planetas y a las gente.
Lo que dice la ciencia: El Universo según Stephen Hawking.
El universo y el tiempo mismo, tuvieron un principio en el Big Bang, hace aproximadamente 15 mil millones de años. El Big Bang marca el instante en que nació el universo… y en que toda la materia del cosmos comenzó a expandirse. Antes de este momento, la totalidad de las cuatro fuerzas fundamentales: la gravedad, el electromagnetismo, y las fuerzas nucleares, débiles y fuertes, se encontraban unificadas.
Es la misma historia, la única diferencia radica en que la Kabbalah nos da una razón que explica el porqué sucedió el Big Bang, mientras que la ciencia meramente nos dice como sucedió.
Es mi palabra
V:. M:.
Carmen Muñoz C.
Cuenca, 15 de Diciembre de 2015 e.v.
C:. M:.
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